miércoles, noviembre 08, 2006

Benjamín Olalla.

¡Ay gitanillo,
¡Ay gitanillo de baile y duende!
se te cruzó,
se te cruzó los malos mengues;
no es de calé
echar a correr aquella tarde
y, aunque después te absuelva un juez,
tu eres un cobarde.

Provocar y encima provocar
a toda la sociedad
con tu boda de derroche y de tronío.
¿Olvidar? ¿Cómo vas a olvidar?
si no has dicho jamás
que estás arrepentido.

Ojalá que en ese ritual
de la virginidad y camisitas rotas;
la sangre de ese pañuelo
hubiera sido la del suelo
que derramó ese inocente.

Y ante el altar de tu Cristo de los Gitanos,
tu te has creído que ya está todo perdonado
con cuatro flores y tres "Ave María"
y que la muerte se pisa bailando por bulerías.
R.I.P.
La Caldera, 2006.

No hay comentarios: