sábado, diciembre 02, 2006

Juan.

Con permiso, buenas tardes.
Vengo Pa que me detenga.
Qué cansá. Voy a sentarme.
Pues verás, voy a explicarle
la historia de un sinvergüenza.
Lo quería con locura.
Toa mi vída se la di,
pero él sólo buscaba una criada,
una esclava, una mujer para parir.
Siempre decía que tenía una quería,
una duquesa para él.
Qué le gustaba llegar por la madrugada
pa tenernos a su merced.
Y lo he matao.
A mi Juan yo lo he matao
por haberme maltratao,
por sentirme una perra,
por hacerme una vieja
con cuarenta y pocos años.
Y lo he matao.
A mi Juan yo lo he matao
y en mi alcoba lo he dejao
con mi llanto en sus labios.
Justicia no pido yo,
que conmigo no la ha habío.
¿Quién me paga este dolor
y la pena de mis hijos?
Así que ya sabe usted.
Haga lo que haya que hacer.
Póngame una soga al cuello,
porque por primera vez,
no tengo, no tengo miedo.
R.I.P.
Los Piratas, 1998

No hay comentarios: